El
segundo paso una vez seleccionado el manuscrito que se publicará, es ahora la
corrección de estilo, tarea que el editor busca a un corrector. Él será el
encargado de aclarar las ideas del texto a publicar y junto con el autor tendrá
una relación de mediación acerca de la redacción y estilo para plasmar las
ideas. Esta persona está totalmente
familiarizada con la producción de los libros y por lo tanto tiene contacto
permanente con el editor; maneja las
relaciones con el autor o traductor, el diseñador, el dibujante y el tipógrafo.
Es
importante mencionar que, por ejemplo, en las grandes editoriales se tiene un
consejo editorial. Él se encarga de corregir lo mejor posible el texto. En
editoriales pequeñas e independientes está actividad con frecuencia es tarea
del editor y algún corrector contratado. Es importante que el autor asuma que
tiene errores en su texto. En la mayoría de las ocasiones es bastante subjetivo
en su obra y las ideas que quiso comunicar no son claras aunque para él
sí. Por eso el corrector tiene la misión
de hacerle ver los errores al autor, ya que, además de la formación profesional
del personaje, sabrá ver con mayor distancia
y objetividad el manuscrito.
Para
tener claro el camino al corregir lo que podría ser el próximo bestseller hay una serie de características que se deben
revisar: legibilidad, unificación, gramática, claridad y estilo, legalidad de
la información, propiedad y legalidad y detalles y producción.
1 1. . Legibilidad
La
letra del manuscrito debe ser clara, de otra manera afecta directamente a la
tarea del tipógrafo porque no sabrá exactamente lo que el autor quiere decir o
la letra que iba en la palabra. El corrector debe hablar con el creador del texto para que entregue un trabajo claro a la hora de ser leído.
2. 2. Unificación
Con
frecuencia el autor del manuscrito utiliza palabras que no lograrán comprender
en el léxico del público. Debe ser consciente de que escribe para los demás y
no sólo para él mismo. Por tal motivo, en ocasiones el escrito acusa de censura
al corrector al surtir una palabra por otra.
El
problema se da, también, generalmente en el uso de palabras y conceptos de los
lugares donde se atribuirá el libro. Es necesario tener una base para unificar
las palabras, la puntuación y al redacción. En el texto se menciona que con
frecuencia las editoriales tienen un manual de estilo, con el cual es más fácil
acatar las reglas establecidas. Hay diferencias sistemáticas en el mismo
idioma.
Se
unifican por ejemplo:
a) La
ortografía
Los
autores suelen tener errores ortográficos y por tanto también es tarea del
corrector poner atención en las palabras en que más se suelen tener fallas al
escribir. Existe otro problema en cuanto a este tópico: cuando se traduce a
otro idioma se debe tener especial cuidado en ciertas confusiones: en inglés
los plurales son distintos y cambian radicalmente.
b) Trasliteración
Homologar
las funciones en signos de puntuación es una tarea difícil cuando se traduce a
otros idiomas. Por ejemplo, el inglés tiene reglas distintas al redactar y
bastantes diferencias al ser hablado o escrito. El interpretar las palabras y
conceptos de otras lenguas, que al mismo tiempo son la concepción del mismo
mundo es una tarea ardua y por desgracia aún no hay diccionarios que
transcriban exactamente lo que se quiso decir en francés y ser leído en español.
c) Puntuación
Como
se dice por ahí: la redacción, el uso del punto y coma, la coma y demás signos
de puntuación son estilo personal y totalmente subjetivo. El corrector tiene la
tarea, si no de modificar completamente la gramática del autor, si de tener un
texto congruente, con ideas claras y precisas. Esto se debe a que se entregará
al tipógrafo que podría confundirse si una coma está mal colocada y la idea no
se entiende.
d) Abreviaturas
Aquí
se podrá recurrir a un manual de estilo, con el fin de unificar que va en
abreviaturas.
e) Formas
alternativas
Va
más enfocado a los lugares geográficos:
no saber si a los sitios se les llamará por su nombre o múltiples nombres, cuestiones de
referencias internacionales.
f) Unificación
en material auxiliar
Los
libros que requieren ilustraciones, mapas, tablas y gráficas deben tener una
sesión más cautelosa para la elección de esos materiales.
g) Otras
problemáticas
Una
vez se remite a las distintas formas de puntuar en los países o regiones del mundo. Por ejemplo, en Asia no existen
las mayúsculas ni itálicas, por lo que al interpretar y transferirlos a un idioma
que si lo tiene será todo un reto.
3. Gramática
Una
de las tareas del corrector es el de mejorar la gramática del manuscrito sin
alterar el estilo o las ideas fundamentales que el autor desea expresar.
4. Claridad
y estilo
El
corrector debe revisar con prudencia las ideas del autor. Muchas veces son
ambiguas y por tanto se deben cambiar ciertas palabras, para un mejor
entendimiento.
5. Veracidad
de la información
Es
necesario que los datos proporcionados en la obra sean verídicos. Por múltiples
razones, el corrector no puede buscar todos y cada uno de los referentes, pero
él, debido a su experiencia y cantidad de conocimiento tendrá facilidad para
esa tarea.
6. Propiedad
y legalidad
Es
importante que el redactor ponga mucha
atención en este aspecto. Debe vigilar que en manuscrito no se plagien ideas o
textos de otros autores, porque posteriormente se tienen problemas legales. Por
eso es importante que el corrector notifique al editor de cualquier anomalía
antes de que el texto sea publicado.
è *Detalles
de producción
Aunque
no es tarea 100% del corrector, si se debe asegurar de que el texto lleve todos
los aspectos bien planeados: capítulos, índice, prefacio, prologo, páginado,
portada, arte y demás características. La tarea fundamental de este actor
dentro de la empresa editorial es indicar el tamaño tipo de letra al tipógrafo,
longitud de la línea, interlineado y otros detalles.
Las
herramientas dentro de la revisión son pocas: inteligencia y creatividad son
las principales. Pero el corrector debe tener a la mano lápices de colores para
identificar los errores, cinta adhesiva, engrapadora, foliador y demás
instrumentos que permiten ordenar e identificar el trabajo sobre el manuscrito.
La
labor del corrector es mucho más ardua de lo que parece. Es mediador con los
demás departamentos, debe tener una relación cordial con el escritor, buscar,
descubrir errores y corregirlos. Siempre aprehenderá algo nuevo. Una
enciclopedia con pies.
Bibliografía
Datus C. Smith: “6. Diseño del libro”, en: Guía para la publicación de libros, UdeG/ASEDIES-México, 1991.
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